Volviendo a imaginarme un Salmon Valley (II)

En la conversación anterior, propongo un poco sobre la posibilidad, necesidad de “generar un proyecto”, que podría nacer “desde la salmonicultura”. En este post, comentare un poco, lo que dice Gary Hamel (mi autor preferido en términos de innovación y estrategia), y como el plantea el fenómeno que permitió “la hola de innovación” en Silicon Valley (este es un extracto de su libro “Liderando la Revolución”).

Yo creo que el potencial de innovación desde la Salmonicultura o la Acuicultura en Chile (me refiero productores), es relativamente bajo. Lo digo, pues yo trabajo en innovación en Multiexport, y las ideas y proyectos desde los productores, comienzan a ser cada vez más marginales y de "mejoramiento continuo" ya que las "grandes ideas", requieren de esfuerzo, tecnologías y conocimientos que no son parte del "core" de los productores (un caso que encuentro muy claro de esto es el "camion well truck" que transporta peces).

Creo tambien que al igual como ocurrió en el Silicon Valley (o en alguna medida se puede hacer el símil también con los distritos industriales italianos), son los proveedores, que a partir de quiebres y demandas de los “productores”, los que hicieron "detonar la innovación" dentro del “valle”, y por tanto crear riqueza “exportando y extrapolando” su innovaciones al mundo. Los “productores de salmón” en este caso, son la “plataforma de salto” para la generación de una riqueza superior en Chile, no la fuente.

Les dejo el extracto de Hamel:



“[…] Reflexión: En la era del progreso las compañías estaban organizadas como jerarquías en que una autoridad gobernaba las transacciones internas y todas las unidades de negocio eran en un ciento por ciento de propiedad de la casa matriz. Si bien esta estructura permitía en teoría mucha coordinación interna, como por ejemplo cuando General Motors produce motores para sus diversos modelos en una misma fábrica, el simple tamaño de estas jerarquías y el alejamiento del mercado por parte de la alta gerencia a menudo las hacía pesadas y lentas para responder. En las nueva economía se está desarrollando una forma de asociación colocada entre la tradicional jerarquía con su control central, y los mercados, donde no hay control central. Red Herring llama estas compañías redes económicas o “ecorrredes”. CMGI e ICG son el arquetipo son el arquetipo, pero se están organizando muchas otras.

Diseñadas originalmente como incubadoras de principiantes de Internet, estas asociaciones se están perfilando como los Keiretsu del siglo XXI, en las cuales las compañías se valen unas de otras y de la casa matriz para obtener destrezas críticas, conocimiento de mercado, ayuda jurídica, financiamiento, contratación de ejecutivos desarrollo estratégico. La compañía matriz como partera, dando a luz jóvenes compañías y empujándolas hacia su primera oferta pública de acciones. La casa matriz conserva un interés importante en el capital social, lo suficiente para ejercer una gran medida de control y para mantener a las filiales firmemente conectadas conectadas con el resto de la familia […]”